Congelados J. Picazo 52 - Paúles 68

Magnífica tarde la del pasado sábado para la práctica de los deportes al aire libre. Lástima que el nuestro únicamente lo sea cuando caen chuzos de punta. Como ya se mencionaba en la previa, el equipo estaba citado en la Peugeot a las 17.15. Una vez más, las aptitudes de nuestro departamento de comunicaciones internas quedaron en entredicho al darnos cuenta a las 17.20 de que Santa se encontraba en una provincia relativamente lejana de nuestro punto de encuentro.

Superado este primer contratiempo y en una decisión que muy poco tardaríamos en lamentar, Berce decidió autoproclamarse cabecilla de la caravana que nos debía llevar hasta la Ikastola Kirikiño. Poseído sin duda por el espíritu de un representante de tour operador de bajo coste para guiris ávidos de quemaduras solares de tercer grado, el personaje anteriomente mencionado, acompañado en el asiento de copiloto por Javi "chimbera" Lodeiro, decidió obsequiarnos con una visita guiada al Bilbao del nuevo siglo, en un recorrido que incluía, por este orden, tránsito por debajo de la pasarela causante del mayor atasco de la infausta historia de la A-8, Sagrado Corazón, Palacio y Puente Euskalduna, muelle de Ripa, Universidad de Deusto, Campo Volantín y Ayuntamiento de Bilbao, momento en el que decidió volver a la cordura y dirigirse finalmente al barrio de Santutxu. Afortunadamente para los que viajábamos en el Cadillac de Pedrito, éste último nos obsequió durante todo el trayecto con una selección de lo mejor de la década de los 50 y los 60, que incluía, entre otros, temas de Elvis, Jerry Lee Lewis y demás "lamalamalamalamadingos", que mi ignorancia musical me impidió apreciar en todo su esplendor.

45 minutos después de haber salido de nuestro punto de partida, conseguimos llegar al lugar que debía albergar el partido, objetivo original de la tarde. Ni que decir tiene que la inesperada ampliación de la duración prevista del trayecto hizo que, una vez más, pusiéramos en práctica el calentamiento con label "Viejas Glorias" de calidad, esta vez en una versión aún más reducida si cabe. Por lo demás, en opinión de un modesto servidor, lo único reseñable del partido es el resultado que figura como encabezado de esta pseudo-crónica. Me pareció percibir cierto consenso acerca de lo mal que jugamos así que, en un acto de contrición por mi parte, no seré yo quien añada una coma más.

No obstante, no me gustaría finalizar sin antes apelar a aquellos de mis compañeros de equipo que posean un GPS a que procedan a actualizarlos en establecimientos autorizados durante la presente semana antes de emprender el viaje a Ondarroa del próximo sábado, ya que, en vista de lo acontecido este fin de semana, corremos peligro de aparecer en algún remoto enclave de Iparralde.